El placer que sentimos al escuchar música provoca en el cerebro la secreción de dopamina, también llamada ‘hormona de la alegría‘. Los últimos descubrimientos en neurociencia revelan que la música estimula varias regiones cerebrales; funciona como un amplificador de las emociones que condicionan sustancialmente el comportamiento del individuo. Un estudio de la Queen’s University of Belfast muestra como nos influye incluso en el útero materno. Demostró que la música que las madres habían escuchado durante el embarazado, posteriormente ejercían un efecto relajante sobre esos bebés entre dos y cuatro días.
Algunos de los efectos positivos que provoca escuchar música durante el embarazo es que aumenta la actividad inmunitaria, los bebés nacen más relajados, lloran menos y posteriormente duermen y se alimentan mejor y pueden concentrar la atención durante más tiempo.
Las madres son un perfil interesante para el marketing por el gran número de ventas que supone la maternidad. Por eso, algunos centros comerciales ya han probado el uso de música dirigida especificamente a ellas, programando melodías de cuando eran niñas para activar los recuerdos de su infancia y provocar este efecto relajante.
Las empresas cada vez tienen más claro el beneficioso poder que ejerce la música, y se ponen en manos de expertos en música y Audio Branding, que se encargarán de adecuarla a cada momento del día teniendo en cuenta la calidad, el volumen y los tempos.